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SEIS HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE AGRADECIDA


Gratitud y Depresion

Como todos los años aquí en los EE.UU, específicamente el cuarto jueves de cada noviembre, se celebra el Día de Acción de Gracias.

Sin embargo, a pesar de que me encanta el espíritu que impulsa esta tradición y la he adoptado como propia, pienso que dar gracias no debería ser cuestión de un solo día sino una práctica habitual. Por muchas razones, pero la principal es que a través de la gratitud activamos zonas importantes de nuestro cerebro que nos permiten generar estados de dicha y bienestar, y por ende mantener alejados estados como la depresión y la ansiedad.

“La gratitud abre la totalidad de la vida, transforma lo que tenemos en suficiente, y aún más. Transforma la negación en aceptación, el caos en orden, la confusión en claridad. La gratitud le da sentido a nuestro pasado, nos trae paz a nuestro presente y crea visión para el mañana.”

Melody Beattie

No obstante, hay una diferencia entre sentir gratitud y ser agradecido. La primera es una emoción, un estado de la mente, mientras que la segunda es la acción de mostrar gratitud. Por lo tanto se puede ser agradecido pero no necesariamente sentir gratitud. Así que te comparto seis claves que mantienen las personas altamente agradecidas, para que empieces a entrenar el circuito de la gratitud en tu cerebro y experimentes sus beneficios.

1. De vez en cuando, piensa en la muerte y la pérdida

Algunos estudios sugieren que contemplar los finales realmente te hace más agradecido por la vida que tienes actualmente. Cuando demos por sentado algo bueno, intentemos dejarlo por un momento y veremos como entramos en pánico. Como reza el dicho: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

2. Se toman el tiempo para oler las rosas

Por supuesto también el café, el pan recién horneado, el aroma de un auto nuevo, en fin todo aquello que les da placer. La idea es expresar gratitud por la experiencia.

Pero para ello hay que aprender a apreciar lo que nos rodea. Dejar de vivir en piloto automático. Porque, ¿cómo agradecer lo que ni siquiera somos capaces de notar?

Así que este segundo hábito se relaciona con el anterior.

Los seres humanos somos criaturas adaptativas, y nos adaptaremos incluso a las cosas buenas. Cuando lo hacemos, su valor subjetivo comienza a disminuir; comenzamos a darlas por sentado. Al llegar a este punto, deberíamos hacer el ejercicio consciente de dejarlas por un tiempo, ya sea chocolate, sexo o incluso algo así como la luz del sol, y luego tomarnos el tiempo para saborearlos realmente cuando les permitamos volver a nuestras vidas.

Esto también es válido para las personas que hacen vida con nosotros. Da un paso atrás e imagina tu vida sin ellos. Luego intenta saborear su presencia, como lo harías con una rosa o un auto nuevo. ¡Lo que sea! El punto es que la ausencia puede hacer que el corazón se vuelva agradecido.

3.- Se toman las cosas buenas como regalos, no como un derecho de nacimiento

¿Qué es lo opuesto a la gratitud?, el sentirnos con derecho: la actitud de que las personas te deben algo solo porque eres muy especial.

El antídoto contra esto es reconocer que no nos hemos creado a nosotros mismos: fuimos creados, sino por la evolución, por Dios (según sean tus creencias) y segundo, por nuestros padres. Del mismo modo, nunca somos verdaderamente autosuficientes. Los humanos necesitamos otras personas para cultivar nuestros alimentos y sanar nuestras heridas; necesitamos amor. Por ello necesitamos una familia, socios, amigos y mascotas.

"Ver con ojos agradecidos requiere que veamos la red de interconexión en la que alternamos. Algunas veces somos donantes y otras somos los receptores" Dice Robert Emmons experto en el tema de la gratitud.

4. Están agradecidos con la gente, no solo por las cosas

Las personas siempre se sienten bien cuando se les agradece. Por ejemplo darle las gracias a un hijo podría hacerlo más feliz y fortalecer nuestro vínculo emocional. Agradecer al cartero, a la vendedora de la tienda, etc., fortalece los lazos sociales.

Somos seres interconectados, por lo tanto las experiencias que aumentan las conexiones significativas con los demás, por ejemplo darnos cuenta de cómo nos ha ayudado otra persona, reconocer el esfuerzo que tomó y saborear cómo te beneficiaste de ello, proporciona un impulso sinérgico y duradero a la experiencia positiva. Al decir 'gracias' a una persona, su cerebro registra que algo bueno ha sucedido y que es parte de una comunidad.

5. No se quedan en lo general, van a lo especifico

Las personas agradecidas son habitualmente específicas. No dicen solo: "¡Te quiero porque eres maravilloso!" No, la persona realmente agradecida dice: "¡Te amo por las arepas que me haces cuando sabes que tengo hambre, o te agradezco el cómo me abrazas cuando estoy triste para que me sienta mejor!”

La razón de esto es bastante simple: hace que la expresión de gratitud se sienta más auténtica, ya que revela que el que agradeció realmente estaba prestando atención.

6. Agradecen fuera de la caja

Hasta ahora los ejemplos que he mencionado han sido súper fáciles y muy típicos. Pero que tal agradecer por la pareja que nos abandonó, por el mendigo que vemos en la esquina, o el jefe que nos despidió.

Es allí cuando nos graduamos de gratitud básica a avanzada. Porque es muy fácil sentirse agradecido por las cosas buenas. Nadie "se siente" agradecido de que haya perdido un trabajo, un hogar o la salud.

En esos momentos, dice Robert Emmons, la gratitud se convierte en una forma de pensar sobre el mundo que nos puede ayudar a convertir el desastre en un peldaño. Si estamos dispuestos y somos capaces de mirar más allá del problema o la circunstancia dolorosa, podemos encontrar una razón para sentirnos agradecidos, incluso con las personas que nos han perjudicado.

Podemos agradecer a esa pareja por ser lo suficientemente valiente como para terminar una relación que no estaba funcionando; la persona sin hogar por recordarnos nuestras ventajas y vulnerabilidad; el jefe, por forzarnos a enfrentar nuevos desafíos.

Procesar una experiencia de vida a través de los lentes de la gratitud no significa negar su impacto o la negatividad, tampoco es una forma superficial de ser feliz. Significa más bien darnos cuenta del poder que tenemos para transformar un obstáculo en una oportunidad. Significa volver a enmarcar una pérdida en una ganancia potencial, reformulando su impacto negativo en canales positivos para la gratitud.

Esto es lo que hacen las personas fantásticamente agradecidas. ¿Te animas a irlos incorporando en tu vida? Permitamos que la magia de la gratitud impregne nuestras vidas todo el año.

Basado en un artículo original de Jeremy Adam Smith, “Six Habits of Highly Grateful People”

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