CÓMO LIMPIAR TU MENTE DE PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Es común asumir que los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos y el mundo son verdaderos, no obstante, estos no siempre plasman la realidad. Son como los espejos de una casa del truco que no reflejan como realmente te ves, sino una figura distorsionada de ti mismo.
Muchas veces nuestros estados de ansiedad y depresión se deben a que nos la pasamos rumiando alrededor de nuestros pensamientos, dándoles vueltas una y otra vez en nuestra cabecita; historias que nos contamos sobre nosotros mismos y acerca de los demás, o recordando con dolor a alguien o algo que nos causó daño, o sintiéndonos culpables por lo que hicimos o dejamos de hacer.
La buena noticia es que todos esos conceptos distorsionados se pueden rehabilitar tal como lo haríamos con un criminal.
Hay una dinámica que empleo en mis sesiones de coaching denominada la “Corte de los pensamientos”, a través de la cual la persona descubre cómo sus pensamientos están conectados con sus sentimientos y las circunstancias de su vida.
Al poner la luz sobre nuestros pensamientos nos hacemos conscientes de que gran parte de nuestro sufrimiento es infligido por nosotros mismos, por el apego que sentimos hacia ellos.
Al rehabilitar tus pensamientos disminuyen los sentimientos asociados a la depresión y la ansiedad, porque un pensamiento rehabilitado es menos distorsionado, menos crítico y con menos juicios de valor en su contenido. La idea es hacer un reemplazo de los conceptos viejos por los nuevos, ya rehabilitados.
Un pensamiento rehabilitado implica que hemos adquirido un enfoque más balanceado y realístico del problema o situación que nos ocupa. Con el uso repetido de este nuevo patrón de pensamiento, cada vez que el antiguo impulso regrese a tu mente tendrás herramientas para desarticularlo y hacer que pierda validez. Con el tiempo se van cansando, que te lo digo yo, hasta que desaparecen porque ya no les estás dando fuerza. Habrás logrado callar la voz de tu ego con la poderosa voz de tu conciencia.
Te comparto una estrategia sencilla y fácil de aplicar, a la cual puedes recurrir para rehabilitar tus pensamientos.
Imagínate que un buen amigo tuyo está pasando por el mismo problema que tú. Tu amigo tiene el mismo tipo de pensamientos que tú sobre el problema. Ahora imagina que tu amigo se sienta enfrente de ti, sientes empatía por él y deseas ayudarlo.
¿Qué le dices? ¿Qué le sugieres acerca de esta situación? Es importante que observes el problema de tu amigo desde un punto de vista honesto. No es la idea de que solo lo hagas sentir mejor endulzándole la píldora, lo que se busca con esta dinámica es que puedas ver el problema desde una perspectiva más amplia y puedas sugerirle una forma razonable de pensar sobre el problema.
La esencia de esta sencilla pero poderosa técnica es que el consejo que le das a tu amigo es el consejo que puedes darte a ti mismo. La estrategia funciona al ayudarte a fijar distancia entre el problema y tú, viéndolo desde otra perspectiva. Ver los pensamientos y sentimientos desde la distancia te ayuda a ser más objetivo.
Te sugiero que a medida que vayas haciendo el ejercicio y con “tu amigo” en mente, vayas escribiendo las ideas que te llegan. Escribir lo que sentimos, pensamos y/o creemos es una herramienta maravillosa para desarmar una emoción o un pensamiento que nos está causando incomodidad.
¡Vamos! toma papel y lápiz, y con tu mejor disposición comienza a rehabilitar todos esos pensamientos que desde hace algún tiempo te están quitando el sueño, sobre algún hecho en particular o una situación que te molesta. Deja que las respuestas hacia “tu amigo” fluyan con naturalidad. Abre tu mente, no permitas que tu ego te limite. Verás como al cambiar tu visión de los hechos, te sientes más a gusto contigo mismo y con las circunstancias.
Glenda Travieso
Autora y Coach Neurolingüístico,
especializada en bienestar emocional y trastornos del ánimo.
@gatravieso
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