DE DÓNDE SACAR VALOR EN TIEMPOS DIFÍCILES
Todos los días la vida nos pone a prueba. Constantemente estamos liberando pequeñas o grandes batallas en pro de seguir nuestros sueños e ideales, de mantener a salvo a nuestros seres queridos o de conservar nuestra integridad. Por lo tanto, con el fin de superar los momentos difíciles y obtener de ellos el máximo aprendizaje, se hace necesario cultivar nuestro coraje, que a fin de cuentas es más grande que nuestros miedos y es el que nos da la fuerza para seguir adelante en nuestro devenir diario.
A continuación comparto cuatro claves que he rescatado de mi propio aprendizaje, para mantener el valor o el coraje arriba, en momentos en que todo parece ir en contra de la corriente.
1.- Reconoce tus temores
Ponerse de acuerdo con tus miedos, saber que están allí tratando de develarte aquello que has escondido en lo más profundo de tu inconsciente desde hace mucho tiempo, sé que no es tarea fácil y que incluso puede resultar hasta dolorosa. Sin embargo, una vez que eres capaz de reconocer o de descubrir a que le temes, es entonces que puedes cambiar tu perspectiva y desarrollar el valor para encararlo. Ir tras las huellas de nuestros miedos para develar su mensaje oculto, puede ser abrumador, pero admitir cual es la causa de nuestro miedo es el primer paso para superar los obstáculos.
2.- Habla sobre ello
Hablar de tus miedos es el primer paso para la construcción de una ruta que te permita recuperar el coraje y tomar acción. Involucrar a tus familiares, a tu pareja e incluso buscar la ayuda de un profesional es clave para quitarle poder a tus temores y ponerlos en perspectiva.
Resulta útil también descomponer los problemas en realidades más digeribles, como cuando estábamos en la escuela y teníamos que resolver los problemas matemáticos. Los desglosábamos en cada de sus partes tratando de recomponer sus elementos de un modo diferente. Al igual que con la Matemáticas, este desglose o recomposición, nos permite visualizar todos los aspectos involucrados en la situación de tal manera que estos nos sirvan como peldaños para la resolución de nuestro problema mayor. Muchas veces tenemos temor de enfrentar una circunstancia o de emprender una acción, no por la acción en si misma sino por las consecuencias que esta pudiera arrojar. De esta forma podremos identificar con mayor certeza a qué realmente le estamos huyendo o qué genera nuestro temor, con la idea de buscar rutas alternas. Es importante estar preparados para dejar que las emociones afloren, entendiendo que revelar tus emociones es parte del proceso de sanación.
3.- Cultiva la confianza en ti mismo
Es importante creer en ti mismo y que confíes en tus habilidades, ya que todos somos un reflejo de nuestros pensamientos. Si crees ser más grande que el problema, entonces desarrollarás la fuerza necesaria para encarar tus miedos. Deposita toda tu confianza en ti mismo, sigue tu intuición y da lo mejor de ti, avanzando un paso a la vez. En estos momentos resulta conveniente traer a tu memoria algún hecho del pasado ─aunque estoy segura que tienes más de uno─ en el cual a pesar de tu angustia o de creer que no podrías solventarlo, saliste airoso. Recordar qué y cómo lo hiciste te resultará muy útil para mantener la confianza en ti y saber que si lo lograste una vez, lo puedes volver hacer.
4.- Acepta lo bueno y lo no tan bueno
Es necesario aceptar que habrá días mejores que otros y no permitir que los días “malos” te definan. Aprende a tomar lo bueno y lo no tan bueno que la vida te entrega, pues esto último a la larga se convierte en bendiciones que nos permiten adquirir sabiduría y elevar nuestro nivel de consciencia. No permitas que los malos momentos moldeen tu actitud, o definan lo que eres o no capaz de hacer.