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BENEFICIOS DEL YOGA PARA SUPERAR LA DEPRESIÓN


“Cualquier persona que ha sufrido de depresión sabe cuán profundo la tristeza permanente y la poca valoración por sí mismo pueden infiltrarse y afectar todos los aspectos de nuestro ser. Nuestra estructura psicológica, la salud física, la actitud mental, e incluso nuestra capacidad de interactuar con el mundo exterior son profundamente estremecidas. Esto sucede porque nos identificamos y apegamos a las cosas que inevitablemente cambiarán. A medida que nuestros sentimientos y otros síntomas de la depresión persisten, se nos va haciendo cada vez más difícil imaginar una vida libre de su hechizo y separar los síntomas de lo que realmente somos”.

Con estas palabras empieza un artículo escrito por Gary Kraftsow, pionero en la divulgación del yoga para la salud, la curación y la transformación personal por más de treinta años, titulado Yoga for Depression: An Integrated Practice (Yoga para la depresión: Una Práctica Integrada). Y es que realmente es así. Cuando la depresión no es atendida, el estado de apatía, síntoma propio de esta condición, mina toda nuestra existencia haciéndonos creer que somos nuestra depresión y que estamos condenados a vivir en el abismo al cual sentimos que la vida nos ha arrastrado.

¿Cómo puede ayudarte una práctica de yoga a enfrentar la depresión? Kraftsow lo explica muy claramente de la siguiente manera:

1.- Equilibra tu fisiología

La depresión tiende a golpear todos los niveles de nuestro ser, a menudo de una sola vez, lo que hace al yoga el antídoto perfecto para neutralizar los malestares físicos, los cambios de humor, pensamientos y comportamientos a los que nos enfrentamos como consecuencia de esta. Desde un punto de vista fisiológico, la depresión afecta todo el cuerpo, incluyendo el aparato digestivo, respiratorio, hormonal, y los sistemas cardiovasculares. El principal impacto de la terapia de yoga en nuestra fisiología es la regulación de las funciones simpáticas y parasimpáticas de nuestro sistema nervioso que se ven alteradas con la depresión impactando en cómo nos sentimos, lo que pensamos, y cómo nos comportamos.

Las posturas de yoga (asanas), conjuntamente con técnicas de respiración (pranayama) y relajación guiada ayudan a equilibrar el sistema nervioso.

2.- Despierta el intelecto

La depresión nubla el concepto que tenemos sobre nosotros mismos y la forma de interpretar los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor. La baja autoestima, la culpa, el remordimiento, la apatía y el pesimismo impregnan nuestros pensamientos y hacen que nos quedemos atascados en una espiral autodestructiva.

En este sentido, una práctica de yoga nos permite ganar sabiduría y despertar el intelecto, al ayudarnos a desarrollar la capacidad para mantener nuestra mente estable y bajo control. A través de la meditación y el estudio es posible recuperar un sentido de significado y propósito y encontrar una perspectiva más amplia de la vida, que es esencial para la curación y la liberación de la mente.

3.- Construir la voluntad

Cuando se está deprimido es común perder interés en las actividades diarias y dejar de cuidarse físicamente, o construir una “pared” para mantenerse aislado de los amigos y las obligaciones sociales. Cultivar la determinación, fortalecer la voluntad, crear y activar la intención, son las piedras angulares de la práctica de yoga, ayudándonos a superar hábitos y conductas disfuncionales que nos paralizan y nos mantienen aprisionados.

Un terapeuta de yoga te puede sugerir prácticas específicas (sadhana) que hagan hincapié en la disciplina, el control de impulsos y el autocontrol.

La creación de algún tipo de ritual diario, como unos pocos minutos de ejercicios respiratorios, o un paseo mañanero, así como el servicio desinteresado, pueden ponerte muy lejos de un estado depresivo. Hacer algo, por pequeño que sea, para ti mismo y/o para los demás, puede generar y liberar energía positiva y ponerte en el camino hacia la plenitud.

¿Cuál es el primer paso?

El compromiso con una práctica personal nos ayuda a liberarnos de la jornada retorcida de pensamientos, sentimientos, deseos, conflictos, distracciones y los patrones de comportamiento habituales y disfuncionales que disipan nuestra energía y nos mantienen encerrados en la depresión, dice Kraftsow.

Por ello, el artículo recomienda desarrollar una práctica integrada para purificar la memoria y traer las impresiones inconscientes e impulsos que nos llevan hasta el nivel de la mente consciente. Cuando podemos ver nuestros patrones claramente, sentirlos, experimentarlos como mutables y transitorios, estamos dando el primer paso para liberarnos de su influencia.

Esto abarca mucho más de lo que normalmente experimentamos haciendo las asanas en nuestra estera de yoga. Esta práctica integrada incluye todo lo que hacemos para cuidar de nosotros mismos: tomar caminatas en la naturaleza, prestar servicio desinteresado, conectarse con amigos, incluso ir a trabajar o limpiar la casa.

Purificar la memoria no significa desarrollar amnesia selectiva. Significa que aprendemos a ver las cosas como son, sin reaccionar a ellas o percibiéndolas como el enemigo.

Una práctica integrada, en la cual la respiración, el sonido, el significado y el sentimiento están vinculados a través de asanas, pranayama y meditación, puede ayudarte a aprovechar y dirigir toda tu energía hacia una transformación profunda y duradera en todos los niveles de tu ser.

Si quieres conocer cuáles son las posturas más adecuadas para comenzar tu práctica de yoga puedes ver el artículo completo aquí

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